Capitulo I: LA Cena
Sandra, su madre Eulalia , su marido Alex y su joven hijo Abel,
vivían en la zona trece, donde eran destinados aquellos que no tenían trabajo.
Aislados del resto de la población y altamente vigilados por los hurtos que
pudieran cometer, los más frecuentes eran los de agua y comida condenados con
cadena perpetua. Tras haberse acabado los recursos naturales, el único alimento
existente era la carne marca Europa y la única agua potable era el agua de la
misma marca, vendida a un precio muy elevado, que no todo el mundo se podía
permitir.
El sueño de Sandra y Alex era conseguir un trabajo, aunque
fuera por un mísero jornal y que los destinarán a otra zona.
Alex y su familia llevaban dos días sin comer y Abel se quejaba
del hambre que sufría, su madre le prometió que aquella noche cenaría. Su casa
era la única que podía verse luz a través de la ventana a esas horas de la
noche.
Alex salió de la casa empujando la silla de ruedas de Eulalia ,
seguido de Sandra. Se detuvieron al borde de la carretera. Paso un coche a alta
velocidad, Pero Alex fue incapaz de hacerlo. Sandra le miró enfadada y cogió
ella la silla de ruedas.
-¿Donde vamos a estas horas?. - Pregunto Eulalia
A un lugar mejor.-Respondió Sandra
Y al siguiente coche que paso a alta velocidad, empujó la silla
de ruedas contra la carretera. El coche impacto contra ella y Eulalia salió
disparada de su silla de ruedas, muriendo en el acto, su dentadura postiza salió
de su boca cayendo en la calzada. El coche se dio a la fuga, pasando sobre
Eulalia y reventándola por dentro. Alex recogió la dentadura postiza y la
guardo en un bolsillo de su gabardina. seguidamente cogieron a Eulalia de las
piernas y la arrastraron al interior de la casa, tirándola por las escaleras
que conducían al sótano, donde previamente habían cubierto el suelo con
plásticos. Sandra se puso a horcajadas sobre su madre, empuñando un cuchillo
eléctrico, la corto en pedazos pequeños y los introdujo en bolsas de basura,
fue a la cocina, sacó los trozos de carne de las bolsas y los puso directamente
en la olla, hoy había comida para todos. Empapada en sangre, se ducho y se
cambió de ropa.
habían invitado a cenar a sus amigos y vecinos jesús a su
esposa Maria y a su joven hija Magdalena. No paraban de decir lo buena que
estaba la carne, Mientras veían en la televisión un concurso dedicado a los
bebes, donde los padres podían ganar mucho dinero. El presentador saca de una
caja de cristal un papel y lo desenvuelve, diciendo el nombre del ganador, que
era de nuevo uno de los múltiples hijos de Millonetis, siempre ganaban los
hijos de los ricos y a los perdedores que siempre eran los hijos de los pobres,
eran llevados a zonas de guerra, tan solo vestidos con sus pañales y lanzados a
campos de minas enterradas bajo tierra. Los bebes explotaban en pedazos al pisarlas,
abriendo así el paso a los soldados y todo esto era retransmitido en el
concurso , sacrificios necesarios los llamaban. Todo el mundo sabia que el
concurso estaba amañado, pero todo pertenecía al estado y cualquier queja se
pagaba con la cadena perpetua . Los concursantes o eran ofrecidos por los
padres con la esperanza de hacerse millonarios o sino había suficientes
participantes eran elegidos por sorteo y los padres no se podían negar.
La familia de Jesús y Alex acabaron de comer y el concurso termino,
ya era muy tarde, Por lo que las dos familias se despidieron y Jesús y su
familia regresaron a su casa.
Sandra y Alex en la cama abrazados. Suena el timbre de la
puerta
-¿Quien será a estas horas?. -Pregunta Alex.
-No tengo ni idea, iré a ver. - Contesta Sandra. Poniéndose una
bata.
Sale del dormitorio, recorre el pasillo y abre la puerta. Al
otro lado una pareja de policías.
-Buenas noches
-Buenas noches
-Hemos venido porque un vecino nos ha dicho que una persona que
vive en este domicilio ha sido atropellada y el coche se ha dado la fuga y
queremos asegurarnos de que este bien y darle la opción ha denunciar.
-La persona atropellada ha sido mi madre y se encuentra bien,
sólo ha sido un susto. Pero ahora esta durmiendo, necesita descansar.
-Entonces no la molestaremos, volveremos mañana. Me enseña su
identificación.
Sandra se sube la manga de su bata y en su muñeca hay un código
de barras. El policía le pasa un escáner conectado a una pantalla donde salen
todos sus datos personales.
-No tiene antecedentes penales, puede usted seguir durmiendo.
Los policías se marchan. Sandra cierra la puerta y respira
aceleradamente poniéndose la mano en el corazón.
Sandra entra en el dormitorio, Alex sobre la cama despierto.
- Estas Pálida. ¿Que te sucede? ¿Quien era?
-Era la policía saben lo del atropello y mañana volverán y
harán muchas preguntas, tenemos que fugarnos. Tu despierta a Abel y cógele algo
de ropa y yo me ocupo del resto.
Sandra en el sótano introduce los huesos de su madre en bolsas
de basura. En El comedor hecha los huesos en una estufa de leña hasta
convertirlos en cenizas. Vuelve al dormitorio, se quita la bata y se viste. En
la cocina abre la nevera y coge los trozos de carne de Eulalia que han sobrado
de la cena y los pone en fiambreras de plástico que introduce en una bolsa
térmica para que conserven el frío y no se pudran.
Sale a la calle con la bolsa térmica y dos maletas las
introduce en el maletero del coche que esta aparcado enfrente de la casa, con
Alex al volante y Abel dormido en el asiento de atrás. Sandra se sienta en el
asiento del copiloto y Alex arranca el coche sin un destino fijo, sin un lugar
donde ir, con el único objetivo de evitar a la policía, circulando por
carreteras secundarias, cuando la policía por la mañana descubran que no están
en casa y den la orden de búsqueda
Capítulo II: Los
Desaparecidos
Ya era, por la mañana. Los dos policías que estuvieron por la
noche en casa de Sandra regresan y llaman al timbre varias veces pero no abre
nadie.
-Que extraño que no estén. Le dijimos que volveríamos por la
mañana.
- igual les ha sucedido un imprevisto.
-Mi intuición me dice que ocultan algo, ella ayer se puso
nerviosa ante nuestra presencia.
-Quizás deberíamos solicitar una orden de registro.
-Me paso la orden de registro por los huevos.
Pega una patada a la puerta y la abre, registran la casa
incluido el sótano que Sandra limpio a conciencia deshaciéndose de los
plásticos ensangrentados que cubrían el suelo.
Strong, el jefe de la policía Europea es informado de lo
sucedido por los dos policías. Al instante da la orden de búsqueda a toda la
policía proporcionándoles el numero de matrícula del coche de Alex y
proporciona una foto de todos los miembros de la familia a todos los medios de
comunicación, pidiendo la colaboración ciudadana.
Alex conduciendo. Abel en el asiento de atrás, se queja de
tener sed, llevan varios días sin beber. Alex ve una gasolinera con un
supermercado, aparca el coche a pocos metros, Al estar el pequeño parking del
supermercado lleno de vehículos.
-Enseguida vuelvo.
Alex entra en el supermercado. El cajero lo reconoce porque su
foto ha sido emitida en las noticias. Llama a la policía. Alex recorriendo los
pasillos del supermercado en busca de agua, la encuentra y se guarda dos botellas
tras la gabardina con intención de robarla. En ese instante entra la policía
que se abalanzan sobre el, golpeándole con las porras hasta hacerle sangrar la
cabeza, las botellas de agua caen al suelo. Lo sacan esposado del supermercado
y lo suben a la unicelular. Sandra y Abel ven como se lo llevan desde el coche.
- ¿porque se llevan a papa?
-Por Intentar conseguir Agua. Pero estate tranquilo estará
bien. -Dice Sandra para tranquilizarlo, con lágrimas en los ojos, sabiendo que
los interrogatorios son brutalmente duros. Cuando la unicelular se marcha con
toda la policía y Alex detenido, Sandra arranca el coche y sigue circulando por
carreteras secundarias, rezando para no encontrarse ningún control policial.
Cansada de conducir y agotada psicológicamente por todo lo que ha sucedido
busca un lugar seguro para aparcar y dormir.
Alex pasa la noche en el calabozo, por la mañana es llevado por
dos guardias a la sala de interrogatorios, donde le espera Strong, el jefe de
la policía Europea. Lo somete a un interrogatorio en el que Alex opta por
guardar silencio. Strong pone la dentadura postiza de Eulalia sobre la mesa.
-Esta dentadura fue encontrada en el bolsillo de su gabardina,
la he mandado a analizar y el ADN de la saliva coincide con el de su suegra
Eulalia, usted ha tomado la decisión de guardar silencio, dicen que quien
callar otorga y yo me lo tomo como un desacato a la autoridad y voy a tomar
medidas, para romper su silencio. Llevarlo a la sala de audiovisuales, ordena
Strong a dos guardias
Alex atado en un silla, con unas ventosas adheridas a sus
sienes y que están conectadas a una gran pantalla. En la pantalla sale desnudo,
atado a una silla y Strong a su lado. En la imagen Strong con un tenedor se lo
clava en el ojo y hace palanca arrancándolo, a través de los cables de las
ventosas que Alex lleva adheridas en las sienes, le es transmitida la sensación
de dolor como si la tortura emitida en la pantalla fuera real, Alex llora y
grita en la sala insonorizada.
-se lo preguntaré por última vez ¿porque huyen y donde se
esconde su familia?
Alex aguanta el dolor guardando silencio. Strong en la imagen
emitida en la pantalla empuña un bisturí, lo coloca debajo de los testículo de
Alex y lo castra. La sensación de dolor le es transmitida a través de las
ventosas. Alex grita y se revuelve en la silla donde esta atado, cayendo al
suelo. Alex no puede soportar el dolor.
-Huyen por carreteras secundarias sin un destino fijo.
- ¿y porque huyen?
Alex guarda silencio. Strong comprendiendo que no va a
contestar a la pregunta hace un gesto con las manos para que le quiten las
ventosas, estos obedecen y desaparece la sensación de dolor, lo levantan del
suelo.
- No lo llevare a usted a la cárcel, lo destinará a El Paraíso.
-He oído hablar de él, es donde destinan a los vagabundos
diciéndoles que tendrán casa y trabajo, pero la gente rumorea toda clase de
historias negras y la verdad es que quien es destinados allí, nunca más se
vuelve a saber de el. Quiero saber la verdad sobre ese lugar, el destino que me
espera.
-La verdad la descubrirá por usted mismo muy pronto
-Tengo derecho a un juicio justo
-En este sistema yo soy el juez y el jurado. Llevároslo de mi
vista. Dice Strong a los dos guardias.
Alex es trasladado en el interior de una unicelular, por una
carretera a cuyos ambos lados hay desierto y tras un largo recorrido, el
vehículo se introduce en el desierto y finalmente se detiene ante un recinto
amurallado. A uno de los guardias que hay ante la puerta le enseñan la orden de
Strong, conforme Alex pasa a formar parte de los ciudadanos de El Paraíso. Lo
sacan del interior de la unicelular y le quitan las esposas, abriéndole la
puerta de entrada a El Paraíso.
-Siga caminando en línea recta y a unos cuantos kilómetros
encontrará a los demás habitantes de este lugar.
Alex entra y puede ver varias garitas de vigilancia sobre la
muralla que rodea el lugar, con guardias atrincherados tras ametralladoras que
apuntan hacia el interior del recinto y comienza a caminar como le ha sido
ordenado que hiciera, pero tras varios kilómetros recorridos, lo único que
encuentra es la arena del desierto, ni rastro de las casas ni de las fábricas
que el gobierno promete que hay en El Paraíso, el sol abrasador comienza a desaparecer,
abriendo paso a la fría noche, entonces ve en la lejanía lo que parece que es
una nave industrial ,va hacia ella y comprueba que está en ruinas, en el umbral
de la puerta aparece una mujer con rasgos orientales.
-Bienvenido al infierno. Yo soy Misima, entra y conocerás a los
demás. En el interior había centenares de personas.
Alex estuvo un rato hablando a solas con Misima que le contó
que ese lugar era la peor pesadilla hecha realidad que podía existir.
Alex con vergüenza le pide agua.
-No tenemos agua, pero si algo que te puede servir, sígueme. Le
llevo a un lado de la nave industrial. Había más de una docena de sacos
cubriendo cuerpos muertos, todavía frescos. Misima retiro uno de los sacos.
Quedando un cadáver al descubierto. Con un hueso afilado corto la yugular del
cadáver.
-Bebe
Alex se arrodilla y bebió la sangre que salia a borbotones,
seguidamente Misima con el hueso afilado acabado en punta abrió el pecho del
cadáver en canal, arranco los órganos y se los comió, compartiéndolos con Alex.
Mas tarde se fueron a dormir, tapándose con sacos para protegerse de la fría
noche. Misima no podía dormir pensando en Alex, hacia tanto tiempo que no
estaba con un hombre que ya ni lo recordaba y con Alex sentía una conexión
especial, así que decidió meterse en el saco de Alex y desnudarse, abrazándolo.
-Tengo mujer
-Una vez entras en El Paraíso, no vuelves a salir jamás y la
única forma que tienes de verla es que la destinarán aquí y si la quieres eso
no lo desearás jamás. Alex se giro y mirándola directamente a los ojos la beso,
Misima lo desnudo e hicieron el amor, después se quedaron dormidos, abrazados.
A la mañana siguiente, los cazadores que pertenecían a la élite
social, no se hicieron esperar y entraron con sus vehículos todoterreno a la destartalada
nave industrial disparando a todo lo que se movía, seguidamente les cortaban la
cabeza con sus grandes machetes, para luego mandarlas disecar y colgarlas en
las paredes de sus casas o despachos. Alex y Sandra salieron al exterior de la
nave industrial y se encontraron una limusina de donde salió una centenaria
anciana pero con la vitalidad suficiente como para empuñar dos Magnums cuarenta
y cinco y dispararles, Misima se lanzó contra Alex tirándolo al suelo, lo hizo
rodar hasta el interior de la nave industrial donde los cadáveres decapitados
se contaban por docenas y lo llevo a su escondite, una buhardilla a la cual se
accedía por una trampilla que había en el techo y a la que accedieron
utilizando una vieja escalera de madera, la cual también subieron para después
poder bajar. Sintiéndose a salvo se desnudaron e hicieron el amor. Sonó la
sirena, conforme el tiempo de caza había finalizado y los cazadores debían
abandonar El Paraíso y sus habitantes podían salir de sus escondrijos, hasta el
día siguiente. Misima reunió a los habitantes de aquel lugar y todos estaban de
acuerdo con ella, en que la situación era insostenible por lo que decidieron ir
todos juntos a la puerta e intentar salir a la fuerza, sabiendo que muchos de
ellos morirían en el intento, muriendo con los disparos de los guardias.
Llegaron delante de la puerta y se detuvieron ante la línea blanca que tenían
prohibido cruzar, bajo la advertencia de los guardias de que si la atravesaban
dispararian, haciendo caso omiso a las advertencias, la primera fila de
personas atravesó la línea y fueron acribillados a balazos tanto por los
guardias que custodiaban la puerta como por los que estaban en las garitas de
vigilancia sobe la muralla que rodeaba El Paraíso, los habitantes lejos de rendirse
avanzaron sobre los muertos encontrando también la muerte, había cientos de
cadáveres, solo quedaban vivos Misima y Alex.
Prefiero la muerte que seguir viviendo así. - Le dijo Misima a
Alex.
Y avanzó entre los muertos siendo acribillada a balazos, Alex la
siguió, corriendo la misma suerte y cayendo junto a ella, Misima le cogió la
mano.
-Tranquilo el infierno, no puede ser peor que esto. - Fueron
las últimas palabras que pronunció Misima antes de morir y las últimas que
escucho Alex antes de exhalar su último aliento.
Capítulo III: Utopía
Sandra conducia por una carretera secundaria cuando de repente
se encontró un control de policía donde le indicaron que parará, Sandra aceleró
saltándose el control y le dispararon acribillando el vehículo, incluidas las
ruedas y en sus coches patrulla se lanzaron tras ella, debido a los daños
causados al vehículo de Sandra, el coche perdió velocidad, Sandra decidió
abandonar el vehículo junto a Abel e introducirse en el bosque, corriendo como
si los persiguiera el diablo. Los policías llegaron donde se encontraba
detenido el coche de Sandra y se introdujeron en el bosque ya
que era el único lugar por el que podían haber huido, menos dos policías que se
quedaron a registrar el vehículo y en el maletero dentro de la bolsa térmica
encontraron trozos de carne que enviaron a analizar, comprobando que se trataba
de carne humana y las pruebas de ADN confirmaron que se trataba de Eulalia.
Ahora al jefe de la policía Europea Strong, no le quedaba la menor duda de que
no se había equivocado al juzgar a Alex como culpable y se juro así mismo que
atrapariá a Sandra y a Abel y les daría su merecido.
Sandra y Abel corrían por el bosque y llegaron a una cabaña y
llamaron a la puerta, donde les abrió una mujer joven cubierta con una toalla, con la piel y el pelo mojados.
-Por favor ayúdenos, nos
persigue la Policía. - suplico Sandra desesperada
La mujer se lo pensó unos segundos y finalmente les dejo entrar
llevándolos al baño en el mismo momento que llamaron a la puerta.
-Debe ser la Policía.-Dijo Sandra nerviosa
La mujer les dijo que se metieran en la bañera que estaba llena
de agua y era enorme, ellos le obedecieron y ella hecho sobre el agua gel de
ducha hasta que se creó una espuma lo suficientemente densa como para que no se
les pudiera ver, seguían llamando a la puerta insistentemente, la mujer fue a
abrir y había cinco policías que le enseñaron la fotografía de Abel y Sandra y
le preguntaron si los había visto a lo que ella contesto que no, entonces le
dijeron que si les dejaba que hecharan un vistazo a la casa por lo que ella les
invito a pasar, registraron todas las habitaciones incluido el cuartos de baño
con la superficie de la bañera cubierta de densa espuma, quedaron satisfechos
con el registro y le dijeron que podía seguir con el baño, ella les acompaño a
la puerta y ellos se marcharon. Aviso a Sandra y Abel que ya podían salir de
debajo del agua y estos respiraron aceleradamente como causa de haber estado
conteniendo la respiración durante lo que se les hizo una eternidad. La mujer
les dio ropa seca y limpia y les preparo el único alimento que existía, carne
marca Europa y el agua de la misma marca para que llenarán sus estómagos y
saciaran su sed. En la mesa hablo con ellos y les pregunto donde pensaban ir,
entonces Sandra le dijo que vagaban sin rumbo, entonces les hablo de un lugar
donde existía el bienestar social, cuya existencia la sabia por su padre,
motivo por el cual su padre le había puesto el nombre que era el mismo que el
del lugar y se llamaba Utopía y estaba tras un permanente arcoíris como el que
ella llevaba tatuado en su espalda y les dijo que su padre le había hecho un
mapa de donde se encontraba ese lugar y que les podía llevar si querían, Sandra
se alegro de la noticia y de ver luz al final del oscuro túnel donde se
encontraban ella y su hijo, había vuelto a recobrar la fe y la esperanza que
tanto tiempo llevaban enterradas en lo más profundo de su alma, cogieron algo de ropa, agua y comida para un largo viaje,
Utopía y Sandra se turnarian al volante, mientras una conducia, la otra
dormiría.
Después de muchos kilómetros de viaje Utopía le indico que
tenía que girar por un camino de tierra y entonces a unos cuantos metros
pudieron ver el arcoíris permanente, bajo el cual había una densa niebla que no
permitía ver lo que había al otro lado, atravesaron la niebla con el coche tras
la cual pudieron ver centenares de lápidas y tras ellas aparecieron policías
que les disparaban. Ese lugar llamado Utopía era como El Paraíso mentiras de
esperanza, en una Europa donde la esperanza se había extinguido, hacia mucho
tiempo.
Sandra dio marcha atrás con el coche, entre una lluvia de balas
consiguió volver a atravesar la niebla y cogio la carretera perseguida por
vehículos policíales que no paraban de disparle en un infierno de fuego y
pólvora, dos coches patrulla le aparecieron de frente contándole el paso, dio
un volantazo y se introdujo en el bosque a gran velocidad esquivando los
arboles, hasta chocar frontalmente con uno y del interior del capó comenzó a
salir humo, intento echar marcha atrás pero el coche había quedado inservible,
se bajo del vehículo y toco el hombro de Utopía al ver que esta no reaccionaba
y se dio cuenta de que estaba muerta, acribillada a balazos, unas lágrimas
salieron de sus ojos deslizándose por sus mejillas, Abel salio del coche,
Sandra le cogio de la mano y comenzaron a correr por el bosque. Un coche
patrulla se detuvo a la altura del coche que había conducido Sandra, se
acercaron apuntando con sus armas al interior del coche y vieron una figura
humana en el interior, le dijeron que se bajará con las manos en alto, pero al
ver que no reaccionaba decidieron acercarse, comprobando que estaba muerta,
pero para la decepción de los policías pudieron comprobar que no se trataba de
Sandra sino de Utopía.
Capítulo IV: El Destino
Sandra y Abel llegaron al final del bosque donde había una
carretera y al otro lado una ciudad hacia donde fueron y había una estación
donde se colaron en un tren que tras un largo recorrido y como una ironía del
destino, paro en la estación donde estaba su casa en la zona trece, sabía que
no podía regresar a su hogar pero decidió bajarse allí e ir a Casa de Jesús, su
esposa Maria y su hija Magdalena y pedirles ayuda, pero justo cuando hiba a
llamar al timbre salía la familia mucho más envejecida y Magdalena estaba
embarazada
-¿Que os ha pasado, estáis mucho más envejecidos?. - Pregunto
Sandra
.
Dijeron que había superpoblación en la zona y anoche nos
gasearon con gas de la vejez, los más viejos murieron, los mayores nos hicimos
viejos y los jóvenes perdieron su juventud y ahora que mi mujer y yo, superamos
legalmente los sesenta y cinco años, nuestra propio hija nos quiere llevar a
uno de esos asilos de La Paz tal como ordena el gobierno. - Dice Jesús
Jesús le pone la mano en su vientre de embarazada
-cuando el crezca hará lo mismo contigo y entonces te acordarás
de tus padres
Magdalena le da un tortazo a su padre en la cara tirándolo al
suelo y comienza a pegarle patadas.
-Maldito viejo. - le dice
Su esposa María comienzo a llorar, Sandra coge a Magdalena para
que no siga pegandole patadas a su padre Magdalena se detiene y mira a Sandra
fijamente.
-¿y tu, que quieres, a que has venido a mi casa?
-Veras quizá no sea el mejor momento pero mi hijo y yo
necesitamos ayuda y si nos pudiéramos quedar en tu casa, te lo agradeceríamos
mucho
-Pasar dentro y hablamos luego,- Le dice Magdalena cerrando la
puerta tras ellos.
Magdalena lleva a sus padres a uno de los asilos La paz. Dos
mujeres los acompañan al interior del edificio donde les hacen esperar en cola
ante una puerta donde pasan de unos en uno, Le toca el turno a Jesús y
atraviesa la puerta donde hay un pequeño pasillo que acaba en un precipicio y
del techo cuelga una cuerda a la que un hombre le pone un arnés de cintura y lo
cuelga de la cuerda, con un mando a distancia controla el arnés haciéndole
recorrer la cuerda deteniéndolo sobre un triturador de carne, cuando Jesús se
da cuenta de donde esta llora y no por el, sino por el futuro que le espera a su
mujer. El hombre aprieta el arnés y Jesús cae en la trituradora de carne, sus
restos caen sobre una mesa metálica, donde unos operarios preparan la carne
para la venta.
Magdalena llama a la policía y delata a Sandra y Abel, pensando
en la recompensa que ofrecen.
Sandra y Abel son detenidos y enviados a El Paraíso, donde una
anciana centenaria baja de una limusina, empuñando dos Magnums
cuarenta y cinco, el primer disparo es para Sandra y le acierta
entre las cejas, matándolo en el acto y el segundo para Abel antes de que pueda
reaccionar, seguidamente desenfunda su gran machete y les corta la cabeza, mandándolas
disecar y colgándolas en su habitación como trofeos.
Magdalena ya había dejado de darle leche de sus pechos al bebe
y. Lo alimentaba a base de potitos marca Europa, lo que ignoraba es de que
estaban hechos realmente y exactamente el que le estaba dando ahora, estaba
hecho con la carne de sus padres.
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